jueves, 30 de junio de 2011

ASADO DE PUERCO SENCILLITO RECETA DE NUEVO LEÓN

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Asado de puerco, así se llama el adobo de cerdo en Nuevo León y es un plato típico del noroeste de nuestro país.  Esta es mi comidita de hoy.  La acompañaré con ensalada de nopales, agua de sandía. De postre pan de elote y un cafecito, se antoja.



Para 4-6 personas



600 g de sirloin de cerdo en trocitos

Jugo de media naranja agria (si no tienes no importa)

Agua cantidad necesaria

Sal

2 dientes de ajo

1 hojita de laurel

Para el adobo:

4 chiles guajillos desvenados

1 chile ancho desvenado

2 tomates guaje

2 dientes de ajo

1 trozo de cebolla

Una pizca de orégano

½ cucharadita de comino molido (es al gusto)



Preparación:

· Lava la carne rápidamente bajo el chorro del agua en un tazón y tira esa agua. Seca la carne con servilletas de cocina y marinara un rato con el jugo de la naranja agria y un poco de sal. Coloca la carne en la cazuela con agua que apenas la cubra, sal, ajos y hojita de laurel y llévala a hervir tapada la cazuela hasta que esté suave la carne. Cuando esté suave, destápala y deja que se evapore el caldo, deja que la carne se empiece a dorar, si no tiene grasa, ponle un poco de aceite, añade el orégano, comino, (2 chilitos chiltepines, piquines o japonés desboronados). Revuelve un poco pero no dejes que se queme el fondo de la cazuela.




CHILITO JAPONS (1)

Este es el chilito japonés.  Está tostado en un sartén. No de dejen engañar, el platito es de 6 cm de diámetro. Es un chile muy sabroso, ahumadito, picante.  Le puse dos chilitos a la carne.

 

· Mientras se cuece la carne prepara el adobo:

· Coloca los chiles y tomates en agua hirviendo, por unos 5 minutos o hasta que se ablanden. Deja enfriar un poco y muele en la licuadora con los ajos y cebolla (un poquito de agua de la cocción de los chiles).

· Ya que la carne esté ligeramente frita y sazonada, agrega la salsa, revuelve, deja que se cocine 2 minutos, pruébalo. Rectifica la sazón.

· Sirve con arroz blanco o rojo.

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Compre sal de grano y como no estoy acostumbrada a usar esa sal, me quedó un poco salado asado. Qué hacer? Pues puse a cocer 3 tomatitos guaje, bien cocidos, sin cáscara, los molí con la licuadora de inmersión y se lo agregué al asado. Funcionó. Tengan cuidado con la sal, mejor sazonar al final ya que haya reducido la salsa, ya saben en la cocina se puede agregar pero no quitar ingredientes. También, el arroz, como lo hice después, le puse casi nada de sal. Cosas que pasan en la cocina.


clip_image006A probar el asado. Está salado!

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clip_image010Así quedó, con más salsita, muy rico.

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Ya es jueves, y tendremos un fin de semana muy húmedo en la mitad del país. Arlene nos está enviando agua, es una gran bendición para el campo y el ganado, y una desgracias para la gente en las ciudades que se inundan.  Así es esta vida, todo tiene sus dos caras.  Dios los bendiga. Arco iris

miércoles, 29 de junio de 2011

NOPALES GUISADOS EN VERDE COMO COCINARLOS

Hola amigos! Hoy, quiero rescatar y compartirles esta nueva receta de nopalitos, es una receta de mi familia, diferente porque no lleva tomate, quedan muy sabrosos, se los recomiendo en tostadas, acompañados con arroz blanco o rojo, con frijoles, en tacos, o solos,  espero les guste y les sirva!







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AÑADE EL CILANTRO



NOPALES EN VERDE



1Kg de nopales cortados en cuadritos

½ cebolla picada

2 ajos grandes picados

1 taza de cilantro picado (bastante)

1 chile verde opcional

½ cucharadita de orégano

½ cebolla picada (adicional)

½ taza de cilantro picado adicional

1 cucharada de Knorr Suiza

Pimienta molida



  • Cuece los nopales en agua con sal, que queden al dente. Enjuágalos y escúrrelos muy bien. Aparte.


  • Licua la cebolla ajos cilantro, chile verde y orégano con un poquito de agua para ayudar a la licuadora.


  • Fríe la cebolla picada adicional en aceite de oliva y agrega el recaudo de la licuadora, revuelve y sofríe 2 minutos Agrega los nopales, el Knorr Suiza y la pimienta


  • Revuelve y deja que se cocine otros 2 minutos.


Por último, apaga el fuego y ponle el cilantro adicional
NOPALES EN VERDE (11)
NOPALES EN VERDE (9)

viernes, 24 de junio de 2011

CREMA DE CAMARON SHRIMP CHOWDER RECETA





9 CREMA DE CAMARONES ESTILO CLAM CHOWDER

Al estilo del Clam Chowder

Nos gusta mucho la crema de almeja que hemos comido en restaurantes. Para hacer esta crema de camarón, me basé en una receta de CLAM CHOWDER, la crema de almeja, que tuvo su origen en los pueblos de pescadores a lo largo de la costa de Francia desde Burdeos a Bretaña. También hay referencias tempranas en la región del suroeste de Inglaterra, Cornwall, y en la región de Bretaña en el noroeste de Francia. Estas dos regiones están situadas a lo largo del Canal Inglés. Cuando los barcos regresaban del mar, cada aldea tenía una gran Chaudière, a la espera de una porción de la captura de cada pescador, para ser servido posteriormente en la celebración de bienvenida de la comunidad. Los chowders, se hicieron famosos en Estados Unidos.

A falta de almejas, la hice con camarones. Algunas recetas llevan tocino, yo no le puse. Está deliciosa, la recomiendo ampliamente.



Cocina la crema de almeja con esta misma receta, usando almejas frescas o de lata, y jugo de almeja.

La palabra Chowder, tiene sus raíces en la palabra latina Calderia , que originalmente significaba un lugar para las cosas calientes, y más tarde vino a significar la olla . La palabra Calderia también nos dio caldero , y en francés se convirtió en Chaudière y de ahí Chowder.





Ingredientes

1 cucharada mantequilla sin sal

3 tiras de tocino finamente picado (opcional)

4 cucharadas de cebolla finamente picada

1 vara de apio

3 cucharadas de harina todo uso

1 papa mediana cortada en cubitos

12 camarones medianos pelados, reserva las cáscaras y cabezas





3 tazas de agua (para el fondo de camarón)

1-2 hojitas de laurel

1 rama de apio (la punta de la vara con hojas)

Knorr Suiza o sal



1 taza de leche

Media crema o crema

Paprika o pimentón para adornar

 



Preparación


· En una cacerola coloca las cáscaras y cabezas de los camarones, el agua, laurel, apio, un diente de ajo, y la sal o Knorr Suiza y llévalo a hervir 3 minutos. Cuela este caldo y reserva

· En una cacerola gruesa, derrite la mantequilla. Saltea la cebolla y el apio finamente picados, hasta que estén translúcidos y se perciba el aroma. Agrega la harina y cocina 1 minuto. (Si pones tocino dóralo primero, retira la grasa y reserva el tocino). Añade el caldo de camarón, removiendo constantemente, y cuando empiece a hervir, añade la papa cortada en cubitos y la leche; reduce el fuego a bajo y deja hervir. Cocina hasta que las papas estén suaves, aproximadamente 20 minutos. Revuelve de vez en cuando para que no se pegue. Añade los camarones y deja hervir un minuto más, evita sobre cocinar los camarones; si pones tocino agrégalo. Casi al momento de servir, agrega crema cantidad al gusto. La consistencia debe ser espesa y cremosa.

CREMA DE CAMARON ESTILO CLAM CHOWDER

· Consejo: Para que te quede más suculenta, saca un poco de la sopa y licua con la licuadora o con la de inmersión. Regrésala a la olla y revuelve.

· Sirve con galletas saladas, es lo típico.

· Puedes servir esta crema como entrada en pequeños tazones, o como sopa para comenzar una comida. Adorna con una pizca de Paprika o con hojuelas de chile.

Que tengan un feliz fin de semana, que descansen. Arco iris

domingo, 19 de junio de 2011

BARBACOA DE LENGUA DE RES.- Olla de lento cocimiento.- RECETA

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BARBACOA DE LENGUA DE RES






Compra una lengua de res de preferencia, fresca, o congelada, pero, si es congelada, que tenga poco tiempo de congelada. Mira la etiqueta. Yo la compré en City Club y salió muy buena. La cociné en la olla de lento cocimiento (En low, toda la noche), por ejemplo, la preparas el sábado a las 8 de la noche, y el domingo en la mañana ya está lista.




También puedes cocinarla en la olla de presión durante 1 hora, dependiendo del tamaño de la lengua, a fuego bajo-moderado.
Rinde 1.6 litros de barbacoa aproximadamente

Adicionalmente puedes poner carne de PESCUEZO de res, o chambarete (jarrete) con hueso. Todo es que quepa en la olla



Para 6 personas Ingredientes:






1 Lengua de res de 1.300 g más o menos



Agua que la cubra



Media cebolla chica



3 dientes de ajo grandes



1 hojita de laurel



Una pizca de orégano (lo que agarres con los dedos)



1 cucharadita de sal



¼ de taza de vinagre de manzana



Poca agua para moler






 Nota:  Puedes
ponerla a cocer con todo y cuero o quitárselo antes de cocerla. Si quieres
quitarle el cuero antes, después de escaldarla, debes dejarla hervir entre 30 y 40 minutos en agua
que apenas la cubra  (depende de la edad de la lengua) sin sal y con una hoja de laurel. La verdad, yo solo lo hice una vez así... prefiero ahorrarme este paso, y se la quito después de cocida.



Usa esa ese caldo para la cocción. Quítale el cuero y luego ya la pones a cocer con el adobo.
Hoy yo solo la escaldé y le quité el cuero después de cocida.









A esta lengua le quité el cuero antes de cocerla. La herví 40 minutos en agua sin sal y con una hoja de laurel 




A mi no me gusta ponerle mucha sal a la barbacoa, no me gusta que salga salada, por eso le pongo menos sal de lo normal. Ya después de cocida puedes rectificar la sazón.



Preparación:



 Primero escalda la lengua:





· Lava la lengua y cepíllala muy bien, bajo el grifo del agua· En una olla grande pon a hervir suficiente agua. Cuando esté hirviendo a borbotones, mete la lengua entera, no la cortes porque se le sale el jugo, procura que se sumerja bien. Deja que arranque el hervor, que hierva 10-12 minutos. Ponla bajo el grifo y deja que el agua se renueve.



· Ahora sí córtala a la mitad o en 3 partes si es necesario, para que quepa en la olla de lento cocimiento,  en una olla rectangular, no será necesario cortarla. En la olla de presión tal vez tengas que 

cortarla






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Preparación:




· En la licuadora, coloca una taza de agua, ¼ de taza de vinagre de manzana, la cebolla, ajo, laurel y orégano. No le pongas mucho no queremos condimentar, solo aromatizar. Licua todo muy bien

· Coloca la lengua en la olla de lento cocimiento o en la olla de presión con agua que apenas la cubra y el licuado. Añade la sal. Conecta la olla, ponla en HIGH. Mientras prepara las salsas, y todos los acompañamientos. Cuando veas que ya esta hirviendo, y antes de irte a dormir, bájale a LOW, y vete a dormir tranquilamente, hasta el otro día.

Consejo: No la estés destapando porque pierde calor.



· Al otro día, saca la lengua del caldo y quítale el cuero que la cubre; esto se hace fácilmente, solo arráncalo y sale fácil.  Con la ayuda de un cuchillo afilado y un tenedor, desmenúzala. Cuela el caldo a otro recipiente.




· Regresa la lengua a la olla con algo de caldo. Pruébala, puedes ponerle un poquito de sal pero no mucha, que cada quien le ponga sal al gusto. Déjala conectada en LOW para que se conserve caliente mientras la familia viene a desayunar


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Así los sirven en Tampico en todos los puestos de taquitos de barbacoa



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Yo preparo todo el sábado:

Salsa roja de tomate y chile serrano

Salsa verde de chile jalapeño


  • Cuece chiles jalapeños en agua con sal, al dente, solo blanqueados y muele en la licuadora con un diente de ajo, sal y agua de la cocción. 


Cebolla picada

Cilantro picado



Zanahorias en rodajas, con rajas de chile jalapeño en vinagre y cebolla cruda rebanada


  • Cuece zanahorias en rodajas, al dente en agua con sal y vinagre blanco, y revuélvelas con cebolla cruda rebanada y una lata de chiles jalapeños en rajas en vinagre.


Por supuesto, tortillas, compradas o hechas al momento.

Opcional: Frijoles refritos.

Y a disfrutar! 



English version of this recipe here






Los tacos de lengua de Mely México in my kitchen











MUY FELIZ DOMINGO CON LOS PAPÁS!  FELICIDADES PAPÁS!

viernes, 17 de junio de 2011

EL TEQUESQUITE, QUÉ ES?

¿QUÉ ES EL TEQUESQUITE?













Les comparto esta información acerca del tequesquite y otras sustancias conocidas antes de la conquista

TEQUESQUITE, TEQUIXQUITL: Cloruro y carbonato de sodio.



EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO



Desde antes de la Conquista, los pobladores del valle de México sabían de la existencia y el aprovechamiento de las sales alcalinas. En tiempo de secas, estas sales afloraban a la superficie y formaban costras, que recibieron el nombre de tequixquitl o tequesquite. Sahagún cita que: "La tierra salitrosa se llama tequixquitlalli, que quiere decir tierra donde se hace el salitre." El lago de Texcoco contiene 81% de sales, entre las que sobresale el carbonato de sodio, Na2CO3, con 45%, y el cloruro de sodio, NaCl, con 34 por ciento.



El comercio del tequesquite se hacía en Iztapalapa, nombre que significa "pueblo donde se recoge la sal" o ixtail. Así, en el nombre Ixtapan de la Sal se hace un uso redundante de dos lenguas.



Al añadir el tequesquite a la comida se condimentaba con sal y se facilitaba la cocción de las legumbres. También se lo empleó como detergente alcalinizante ligero.



El salitre, o sal eflorescente, aparece en la estación seca, sobre la tierra de los lagos del Valle de México. En el México prehispánico, el comercio de esta sal estaba bajo el control de los habitantes de Ixtapalapa, quienes según su calidad, la clasificaban en espumilla, confitillo, cascarilla y polvillo.



Los indígenas pobres usaban tequezquite en vez de sal y algunos todavía lo consideran indispensable para preparar algunos alimentos, especialmente para suavizar los frijoles y cocer nopales y legumbres, de modo que conserven su color natural.



El tequesquite sirve como levadura. Para ello se prepara este cocimiento: se hierven en una taza de agua diez cáscaras transparentes de tomate verde y una piedra de tequesquite  una vez que éste se desbarate y el agua haya dado un hervor, se retira de la lumbre y se deja asentar. Cuando se enfría, se cuela y se incorpora esa agüita  a cualquier masa para que esponje. En el centro del país se acostumbra agregarlo a la masa para los tamales.



Para hacer vinagre, se añade tequesquite al pulque, calentándolo al fuego, cuidando que no llegue a hervir; se retira del fuego y se deja fermentar durante dos o tres días



OTRAS SUSTANCIAS CONOCIDAS ANTES DE LA CONQUISTA



La sal común era apreciada por los antiguos mexicanos. Se dice que su carencia fue motivo de guerra entre aztecas y tlaxcaltecas.

Entre otras sales conocieron también el alumbre, la mica, el yeso y la calcita, con las que fabricaron colorantes, recubrieron muros y labraron columnas. Respecto a las piedras preciosas, trabajaron la turquesa, el jade, el azabache, el ojo de gato, el rubí y el ámbar. Los dignatarios aztecas usaban, en forma exclusiva, piedras preciosas verdes de fluorita (fluoruro de calcio), mineral del que México sigue siendo primer productor mundial.



El cristal de roca (cuarzo) fue bellamente trabajado en el México antiguo. En Monte Albán, Oaxaca, se encontraron copas, orejeras y cuentas de este material. Se piensa también que son mixtecas las calaveras de cristal de roca del Museo del Hombre en París y del Británico de Londres.

Su cerámica era poco técnica, pero muy artística. Los olleros de Tlaxcala, a juicio de Gómara, hacían tan buena loza como la que había en España. Un buen número de minerales servía para la elaboración de colores para pintura, especialmente los óxidos de hierro, el negro de humo y las arcillas mineralizadas. El color rojo que obtenían de la cochinilla (nocheztli), o sangre de tunas, fue exportado a todo el mundo por los españoles y utilizado durante siglos.



El barro y el adobe fueron materiales comunes de edificación en las más antiguas construcciones del valle de México (el cerro del Tepalcate y la pirámide de Cuicuilco). Los aztecas obtenían una especie de cemento al mezclar la cal con una arcilla negra. Por otra parte, los muros de las casas de Moctezuma estaban revestidos con jaspe, una variedad cristalina del cuarzo, de muy diversos colores.

miércoles, 15 de junio de 2011

MI RECETARIO DISPONIBLE EN CD ¿GUSTA USTED? AHORA TAMBIÉN ON LINE!



PORTADA 3






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lunes, 13 de junio de 2011

MOLE COLORADITO ESTILO DE OAXACA RECETA

  12 Mole coloradito de Oaxaca

Este mole coloradito de Oaxaca es muy sabroso.  Como en mi cumpleaños me quedé con el antojo de mole, decidí cocinar este mole que tenía pendiente de hacer. Cociné poca cantidad, solo para 4. Puedes duplicar o cuadruplicar cantidades.  Pruébenlo, muy sabroso.  Como lo prometí, aquí está mi receta para todos ustedes.  Se les antojó verdad? 



Esta receta Rinde 1 litro de mole Aproximadamente

Sirve a  4-5 personas





MOLE COLORADITO DE OAXACA

2 piernas con muslo y 1 pechuga de pollo  cocidas en  caldo

2 chiles anchos sin semillas

6 chiles chilcostle  (Sustituye con guajillos)

3 cucharadas colmadas de ajonjolí

1/2 cucharadita de chiles secos picantes (le puse tipo chiltepín) cantidad al gusto

Pimienta negra recién molida al gusto

Una raja de canela 1 g

2 clavitos de olor

½ cucharadita de orégano 1 g

Sal y azúcar al gusto

1 trozo de cebolla blanca

2 dientes de ajo

2 jitomates guaje en rodajas

2 cucharadas 30 g de manteca de cerdo o aceite

1 trozo de chocolate de mesa mexicano 40 g



2 tazas 500 ml de caldo de pollo o cantidad necesaria





Preparación:

· Como es poca cantidad, yo caliento el aceite en una cacerola y pongo a dorar los chiles, cuando estén doraditos (cuida no quemarlos) añado los demás ingredientes para que se frían, moviendo constantemente: primero el ajonjolí, una tortilla dura pequeña, (o un trozo de pan de sal seco) especias, cebolla, ajo, al final el tomate, chocolate… y lo dejo freír todo muy bien moviendo constantemente





Si es más cantidad, fríe todo por separado: chiles, semillas y ajonjolí con las especias cebolla y ajo; tomate y lo demás

· Coloca una taza de caldo en la licuadora y transfiere todos los ingredientes. Muele muy bien hasta que quede liso y terso

· Fríe el mole en aceite caliente revuelve y tápalo inmediatamente porque salpica mucho. Baja el fuego y deja que se cocine unos 6 minutos. Agrega caldo de pollo y deja que vuelva a hervir hasta que se reduzca y se sazone.

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· Pruébalo, ajusta la sazón de azúcar y sal. Agrega el pollo (o guajolote) en piezas, cocido (cuida que no esté demasiado cocido) Deja al fuego bajo hasta que espese; si es necesario añade un poco mas de caldo para conseguir la consistencia deseada. Cuando agregas caldo debes dejarlo hervir.

· Sirve con arroz rojo y una ensalada. Tortillas de maíz y una cerveza bien helada.



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Cocina este rico mole el domingo y reúne a tu familia, te lo agradecerán.



Receta e imágenes originales pertenecen a ¿Gusta Usted?  Nora Ceccopieri Gómez. Todos los derechos reservados.

sábado, 4 de junio de 2011

LOS TAMALES Y EL ATOLE Artículo

DE CALABAZA CON CAMARON (1)

LOS TAMALES Y EL ATOLE

El origen prehispánico de los tamales está claramente documentado por los principales historiadores del siglo XVI, particularmente por fray Bernardino de Sahagún. Muchos de los tamales se vinculaban a ritos funerarios, costumbre que subsiste hasta la fecha, en el día de Muertos.

Al respecto, es pertinente hacer una reflexión. Lo mismo que las artesanías, el arte culinario tiene manifestaciones relacionadas con el calendario festivo de nuestro país. Tal es el caso de la rosca de Reyes, de la ensalada de Corpus, de los romeritos navideños, del pato en pipián del día de la Calendaria, de las torrejas y la capirotada en tiempo de vigilia, de la rojiza ensalada de Nochebuena, del ponche de frutas de las posadas, del pavo del Año Nuevo y de los tamales de flor de colorín que hacen en Tepoztlán allá por el carnaval, entre otros muchos guisos de temporada.



Dentro de ese extenso horizonte de los antojitos, los tamales ocupan un capítulo especial. Su consumo cubre de hecho a todo el territorio nacional y sus diferentes estilos y presentaciones son numerosísimos.

El universo tamalero se puede clasificar de muy diferentes maneras, según el ángulo desde el que se analice. Si se toma como referencia el tipo de hoja que envuelve al tamal, a grosso modo se les puede dividir en dos: los de hoja de plátano, que corresponden a las zonas costeras y tropicales, y los envueltos en hojas de la mazorca del maíz, que están generalizados en todo el territorio nacional; en náhuatl, tales hojas se llaman totomochtli.



Algunas excepciones serían los tamales que se envuelven en hojas verdes de elote, o de carrizo o de chilaca o de papatla o de la planta del maíz (no de la mazorca). Podría también considerarse a los mixiotes, que van envueltos en el pergamino que forra la penca del maguey.

Prácticamente en toda Latinoamérica existen los tamales, tanto en hoja de plátano como de mazorca, aunque ningún país tiene nuestra enorme variedad. En algunos lugares se usa el mismo nombre y en otros los hay diferentes: hallaca, tayuyo, bacán, guanime, mapiro, mandullo, humitas, chapanas, pamonas, bollos, etc.

Hagamos una somera revisión de los tamales mexicanos, por estados:

En las "cenadurías" de la capital aguascalentense se comen los clásicos tamales de chile en hoja de mazorca y otros menos conocidos: de frijol con rajas, de piña con rompope, de piñón con biznaga y de cacahuate.



En Baja California hacen tamales de atún y otros llamados de Güemes, que contienen carnes de puerco y pollo, aceitunas y pasas.

La receta más característica de tamal campechano es con una salsa a base de chile guajillo, axiote, jitomate, ajo, cebolla, pimienta, clavo, comino, orégano y vinagre; la salsa se revuelve con carne de cerdo desmenuzada y se fríe con manteca. El tamal se rellena con este guiso, al que se le agregan también aceitunas, alcaparras, pasas, chile dulce y almendras, todo ello picado. Se hace una especie de tortilla de masa sobre la hoja de plátano, se le pone en medio la carne con la salsa y se doblan las orillas para que el tamal quede cuadrado.

También preparan unos tamalitos de bola llamados chanchamitos (usuales en todo el litoral sur del Golfo de México) rellenos de batidillo, que es el resto sustancioso del puchero, lo que quedó en el fondo de la olla, sedimentos de carne y verduras.



En Coahuila y sobre todo por el rumbo de la Laguna, acostumbran unos tamales pequeños, en hoja de mazorca, que apenas son mayores que dedos pulgares. A veces están rellenos de carne condimentada con cominos, tomillo y salsa de chiles secos, o de machaca o de queso con salsa; llevan bastante manteca y con frecuencia es más la cantidad de relleno que la misma masa de maíz. También los hacen de harina de arroz y dulces, rellenos de pera o de membrillo o de canela.



Hacen en Colima unos tamales regios que tienen también, además de su tradicional masa y su salsa, arroz y costillitas de cerdo, Asimismo hay tamales de ceniza con frijoles.



En Chiapas hay una variedad increíble de tamales debido a la cantidad de regiones tan diferentes que integran el estado. En la costa hacen los llamados tamales de cambray, en hoja de plátano, rellenos con carne de puerco, huevo cocido picado, rajas de chile pimiento, pasas, aceitunas, zanahorias y mole rojo a base de chiles mulato, ancho y pasilla tostados y molidos. También se hacen los famosos tamales de chipilín —una hierba papilonácea— y de chipilín con camarones, así como el tamal de toro pinto, a base de frijol todavía fresco, o el tamal de Santa María, de frijol cocido y molido y envuelto en hojas de Santa María, o los tamales untados, en hoja de plátano, cuyo nombre alude a la manera como los elaboran.



En los Altos chiapanecos hacen el tamal de bola, llamado así por su forma, que va envuelto en hojas de mazorca y relleno de costillas de puerco —con todo y hueso— guisadas con mole rojo; en la zona comiteca hacen los tamales padzitos, que pueden ser de frijol o de chícharos o de dulce de anís o a base de canela y pasas o los padzitos de manjar, que llevan como relleno, además de la masa, natilla de leche. También hacen pitaúles, tamales de hoja de milpa, de hoja de momón (yerba santa) y de juocane.

En el centro del estado hacían tamales de ajonjolí con almendras y de orégano y pimienta. En las zonas indígenas se acostumbran los nolochis, a base de frijol y maíz, y los tamales de elote, llamados pictes.

En Chihuahua sobresalen los ricos tamales de cabeza de puerco con orégano y chile colorado, desde luego con masa y en hojas de mazorca. También los hacen pequeños, como en Coahuila. Otros son de espinacas.

TAMALES DE POLLO2

En la ciudad de México destacan los tamales en hoja de mazorca: verdes de salsa de tomate con chile serrano y carne de cerdo; de mole poblano con pollo; de rajas con queso y de masa dulce pintada color de rosa, con pasitas.



Clásicas de esta capital son las tortas de tamal, que se elaboran colocando uno de ellos dentro de un bolillo o telera. También se acostumbran los tamales encuerados rojos y verdes, cocidos al vapor en hoja de mazorca y fritos en manteca al momento de comerse.

En Durango, como en la mayoría de los estados norteños, se hacen tamales pequeños, en hoja de mazorca. Ahí acostumbran unos rojos de chile puya.



En el Estado de México se comen los tamales que señala el refrán: de chile, de dulce y de manteca; estos últimos son neutros, para acompañar algún mole u otro guiso. Destacan los tamales de frutas, como el capulín. Hay unos tamales judas, con arvejón y piloncillo.

En algunas zonas de Guanajuato hacen tamal de muerto, elaborado con maíz azul. También hay tamales agrios, con salsa roja. En casi todo el Bajío elaboran los llamados tamales de ceniza, nombre debido a que hierven el maíz en agua con ceniza y a veces los envuelven en hojas de carrizo.

Por el rumbo de Taxco, en Guerrero, hacen unos tamales de frijoles que, una vez en el plato, se cubren de mole verde de pipián. También hacen tamales de pollo con salsa verde y tamales de calabaza en dulce y de cuajada. En la Costa Chica guerrerense hacían tamales dulces color de rosa, teñidos con la famosa cochinilla.



En el estado de Hidalgo se pueden marcar dos grandes zonas: la región minera de Pachuca y sus alrededores, con tamales en hoja de mazorca con masa aderezada con anís, aún en los de chile; y la Huasteca, con tamales en hoja de plátano y, sobre todo, los gigantescos zacahuiles, cocidos como la barbacoa en forma subterránea o en horno de piedra o adobe, y que llegan a contener hasta un cerdo entero: una vez preparada la masa de maíz —que no va molida fina, sino martajada en pequeños gránulos—, se coloca en hojas de papatla dentro de un recipiente hecho a propósito y se rellena con la carne en trozos previamente adobada con chiles secos colorados, y así se mete al horno de tierra cavado en el suelo. El zacahuil clásico contiene una cabeza de cerdo y un guajolote y aún más, para ser suficiente en una boda.



Los tamales tapatíos son de gallina con masas revueltas de maíz y de arroz, salsa roja de jitomate con chiles poblanos, aceitunas y alcaparras. Además de otras variedades usuales en casi todo el país, también hacen en Jalisco tamales de ejote.



El recuento del amplio espectro de los tamales michoacanos hay que empezarlo, de manera obligada, con las esponjadas corundas. Lo usual es prepararlas sólo con masa de maíz y manteca de cerdo; se envuelven en la hoja de la planta del maíz, no de la mazorca, en forma de pequeñas bolas que, al apretarse y cocerse, adoptan una figura geométrica de cuatro caras triangulares y cuatro picos. Se sirven varias corundas en un plato y se les baña con salsa de jitomate picosa y crema y se les puede poner encima carne de puerco; también se acostumbra comerlas con frijoles, jocoque y salsa; pueden llevar asimismo queso.

Los uchepos son unos pequeños tamales en hoja de elote, dulces por ser precisamente de elote tierno, que pueden hacerse con leche o con agua y lo más usual es condimentarlos con canela. Se pueden comer bañados con mantequilla y con rajas de chile poblano a un lado. Otros tamales de la meseta tarasca son los de zarzamora, y también hacen tamales tontos sin cernir, tamales de chía o zapatas, tamales agrios rellenos de frijol y queso, fritos o en sopa aguada, nacatamales y tamales tarascos de maíz y frijol con charales. En la costa acostumbran tamales en hoja de plátano.



En Morelos hacen tamales aguados y cernidos, por la zona de las faldas del volcán; hacia Tepoztlán hay unos de flor de colorín. Otros son de hoja de chaya con pepita de calabaza y hacia Tequesquitengo se han desarrollado en años recientes nuevas variedades de tamales, posiblemente por la presión turística. Los preparan sin masa y sobresalen tres tipos: de pescado bagre, de cebolla y de nopales.



En Nayarit hay una especie de tamal de cazuela que llama sopa de tamales de elote.



En Nuevo León son muy sabrosos los tamalillos hechos de cabeza de puerco guisada con chile, ajo y cominos. Asimismo los de nuez con piloncillo.



El tamal oaxaqueño por antonomasia, digamos el clásico, es el de masa de maíz colada y relleno con mole negro a base de chiles ancho, mulato y chilhuacle, con carne de puerco y envuelto en hoja de plátano.

En algunas zonas indígenas de Oaxaca comen los tamales dob, sin cernir y neutros; en el Istmo, tamales de pescado o etabinguis. En la costa hacen tamales de iguana y tamales de chipilín, y otros son simplemente tamales de sal. En el mercado de la capital oaxaqueña hay tamales de verde (mole verde a base de yerba santa, epazote y perejil), de amarillo (mole de ese color, de chile chicoxtle y guajillo), de elote dulce con salsa picante y otros casi iguales, pero donde la salsa —de jitomate— se les pone encima al momento de comerlos. Asimismo los hay de rajas, de picadillo y otros de frijoles con hoja de aguacate y chile de árbol, también bañados con salsa. Todos estos tamales se envuelven con hoja de mazorca.

Los tamales en Oaxaca llevan de la mano a los siete moles de esa entidad, consagrados por el gusto popular: además de los ya citados moles negro, verde, y amarillo, hay que agregar el colorado de chile ancho, el coloradito con camarón seco y verduras —para tiempo de vigilia—, el almendrado y el chichilo, con hojas de aguacate.



En Puebla, extraordinaria por su riqueza culinaria, acostumbran comer, además de los tamales del tradicional mole poblano, tamales de ayocote, ese frijol grande, morado o café. En Huejotzingo hacen tamales de masa con queso fresco y epazote; también los componen de haba molida con venas de chile y una hoja de aguacate, e igualmente tienen tamales pulacles, con calabacitas, frijol y ajonjolí.



En Querétaro elaboran los tamales canarios con pasitas.



En la Huasteca potosina y sobre todo en Ciudad Valles, son famosos, además de los enormes zacahuiles, los tamales de chilpán, con relleno a base de chile ancho, manteca de cerdo y ajo. Asimismo hacen tamales de picadillo y anís y tamales de palmito. En la capital del estado hay, entre otros, tamales de chilacayote en dulce.



Dentro del género —no muy usual— de los tamales a base de mariscos, deben resaltarse los tamales barbones, de camarón en hoja de mazorca, llamados así en alusión a las barbas del crustáceo que, al no estar pelado, sobresalen entre los pliegues del envoltorio; la masa va rellena con chícharos y rajas. Los hacen en el sur de Sinaloa. En este estado hay tamales con verduras, otros en forma de bola y otros más que conjugan la carne de puerco con camote, calabacitas y ejotes. Hacen igualmente tamales dulces de piña, de nata y hasta de frijol. Otros son los nixcocos, tamales neutros hervidos en agua con palo de Brasil, que los pinta de rojo.



También en Sonora hacen tamales dulces de frijol con pasitas. Preparan tamales de ceniza y parecidos a los nixcocos sinaloenses tienen unos que llaman nejos. Hay tamales de verdolagas, de garbanzo y de frijol yorimuni. Hacen nacatamales de puerco, aceitunas y pasitas.



Los tamales en Tabasco no dejan nada que desear. Por lo general, usan como envoltura la hoja de plátano —que casi por definición es tabasqueño— para hacer tamales de cabeza de puerco, de chipilín, de masa colada con carne de guajolote y del pre diluviano peje lagarto. Un tipo de tamal tiene la masa revuelta con chiles y axiote, para que le den sabor y color; se agregan cominos y carne de puerco. También hay chanchamitos, pequeños y esféricos; los maneas, de carne deshebrada; los mones o tamales de pescado; los tamales de chaya y los de frijol con chicharrón.



En el sur de Tamaulipas hacen tamales de chilpán, con una salsa de siete chiles.



La alargada geografía de Veracruz proporciona un arcoíris de tamales, desde los zacahuiles huastecos que ya se vieron, hasta los tamales de elote dulce con carne de puerco y salsa de chiles secos, del centro del estado. En Tuxpan los hacen similares, pero con moles y pollo, y les llaman chamitles. En Papantla hay un zacahuil aguado que se sirve con cucharón y se acompaña con pulacles, tamales de frijol con calabaza; otros parecidos se llaman cuitones.



Por Nautla y Tecolutla hacen tamales de cazón deshebrado, un pez que no es más que el tiburón joven. También los hay pintos, con ejotes, chile verde y cilantro; otros son de pipián con frijol gordo tierno y otros más los llaman xocos y llevan maíz negro con queso y panela. Asimismo cocinan la pata de mula o libro, una especie de tamal grande, en rollo sobre hoja de plátano, a base de frijol negro.

En la región central veracruzana hacen tamales de pepita y frijol y de flor de izote con cerdo. En Sotavento hay tamales de chicharrón y piloncillo y otros llamados cabeza de perro, de diversos sabores dulces. Hacia los Tuxtlas hacen tamales morados de coco y anís, mimiles o tamalitos de elote, tamales de capita con frijol, calabaza y epazote y más al sur chanchamitos.



En ese vasto mundo gastronómico que es Yucatán, sobresale el mucbipollo o pibipollo, tamal de cazuela que se cuece bajo tierra o en horno y cuyo nombre es una hibridación del maya, mucbil, enterrado, y del castellano, pollo. Asimismo hay mucbipollos con espelón, una especie de frijol tierno que agrega un toque de sabor y distinción. Los vaporcitos yucatecos son unos tamales en hoja de maíz que se sirven con la masa cocida muy suave.



No podían faltar en Zacatecas unos tamales de la Bufa, en los cuales la masa se acompaña de carne de cerdo, cominos y salsa de chile ancho.



EL ATOLE



Aunque este inciso nos circunscribe originalmente a los tamales, resultarían incompletas estas notas si dejáramos de mencionar que el obligado acompañamiento líquido de ese alimento son los atoles: bebida preparada a base de masa de maíz con agua o leche. No es una costumbre reciente, por cierto; ya desde el México prehispánico era indisoluble el binomio tamal/atole.



Como meros ejemplos aislados, recordemos el xocoatolli o atole agrio usado en los Altos de Chiapas, en Oaxaca, en Puebla y en algunas partes de Veracruz; para hacerlo se muele el maíz crudo y se puede servir frío o caliente. El xole de Teziutlán, Puebla, y de Tlapacoyan, Veracruz, hecho con maíz y cacao, que es equivalente al posol tabasqueño y chiapaneco.



El atole de pinole de Zumpango, México.



El atole blanco insípido o de puzcua que se bebe en Michoacán, acompañado con trocitos de piloncillo a mordidas, y allí mismo el atole de citún, que es una ciruela silvestre. El atole de maíz, leche, azúcar y canela llamado María Gorda. El atol hecho con maíz cocido diluido en agua y el atol de granío, de maíz martajado o a medio moler que se usa en Comitán.



El atole de chile ancho que se bebe también acompañado con panela a mordidas en San Pedro Sierra Gorda, Zacatecas, y en ese estado también los atoles de biznaga y de aguamiel. Agreguemos el cuatole de Tlalixtac, Oaxaca, con miel y chile, y el nicuatole, con jalea de maíz. El atole de masa y agua con granos de elote tierno que hacen en Real del Monte, Hidalgo.



El atole agrio de maíz negro fermentado, con piloncillo, que se bebe en las Huastecas, y allí mismo el atole blanco de agua. El atole de flor de San Juan, de Irapuato, y en Chiapas el atole de habas y el chilatol con pimienta, éste entre los indios tojolabales, para ayudar en el trabajo de parto.



En Tetela del Volcán, Morelos, el chacuatole, de calabaza, cacahuate y piloncillo y otro parecido en el Estado de México, que llaman chacualole, con guayaba y caña.



Fuente: Fondo de Cultura Económica

miércoles, 1 de junio de 2011

BÍSQUETES DE QUESO RECETA

38 Para publicar



He hecho varios intentos para hacer bísquetes, pero los resultados no me habían gustado.  Como saben, estoy aprendiendo a hacer panes salados y también dulces, por mi misma, siempre he sido auto didacta, como muchos de ustedes.



He visto y leído muchísimas recetas, y he hecho también muchos intentos; yo quería hacer unos bísquetes lo más sencillo posible, de manera que rápido en la mañana los hagas para el desayuno o en la tarde para merienda e incluso cena, con rellenos salados.



Hoy lo volví a intentar, pues siempre me quedaban un poco duros.  El secreto está en que la masa debe quedar muy húmeda, y en que casi no se debe de manipular ni amasar. Hoy no metí la mano para nada, todo con un tenedor y una espátula.  Y parece que lo logré, por fin me gustaron.   Los hice en mi hornito eléctrico en Horneado con convección.  Tardaron 12 minutos.



En Inglaterra, se llaman SCONES, y aquí en México les llamamos BÍSQUETES.



Aquí está mi receta. El queso es opcional. A esta receta básica le pueden añadir pasas, arándanos, fruta seca,  hierbas, chorizo frito, quesos, o lo que se les antoje.



Rinde 10 bísquetes de 6 cm (Me salieron 14 porque no los hice muy gruesos)



2 ½ Tazas (325 g) de harina todo uso

3 cucharaditas de polvo de hornear

1  cucharadita de sal

1 cucharada (15 g) de azúcar granulada blanca

½ taza (110 g) de mantequilla fría sin sal cortada en cubitos

½ taza de queso Parmesano rallado copeteada (opcional)

¾ de taza de leche (180 ml) Aparta una cucharada de leche para barnizar

1 huevo grande ligeramente batido (aparta un poco de huevo para barnizar)



Barniz:



Huevo ligeramente batido con 1 cucharada de leche



Preparación:



· Precalienta el horno a 205°C, En horno eléctrico 400°F 10 minutos antes con la parrilla en el centro del horno

· Forra una charola con papel encerado o aluminio y engrasa

· En un tazón grande, cierne la harina junto con el polvo de hornear, sal y azúcar. Corta la mantequilla dentro de la harina con un tenedor o raspa hasta que se mezcle y se vean grumos gruesos. Revuelve la leche con el huevo (no olvides apartar un poquito para el barniz) y agrégala y revuelve con el mismo tenedor, solo hasta combinar. La textura debe ser pegajosa, húmeda y grumosa.



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· Pasa la mezcla a una superficie ligeramente enharinada. Junta la masa suavemente amasa muy, muy poco, hasta que quede cohesiva. Si necesita más harina, espolvorea  en forma de lluvia, la necesaria. Trabaja con la espátula flexible.  Si reposas esta masa 1 hora, mejor.

Dobla la masa en 3 partes y aplánala (Con la mano está bien) que quede de 1.5 a 2.5 cm de grosor. 

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Como no tengo cortador, usé un vaso.  Eso hizo que quedaran en forma de bollos más que la típica forma de un bísquete.  Pero la textura y el sabor salieron muy bien.  No hay nada perfecto Decepcionado



· Corta los bísquetes con un cortador de 6 cm ligeramente enharinado.  Los recortes los vas apilando y sin amasar, corta los bísquetes, sólo salpica con harina y acomoda con mano suave.

 

Colócalos sobre la charola y píntalos con la mezcla de leche y huevo. Hornea de 10 a 15 minutos. Sirve tibios con mantequilla y mermelada.  Si los quieres suaves, cúbrelos con una servilleta.  Si los quieres crujientes ponlos sobre la rejilla de alambre.



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Al final, me quedaron 3, de los recortes. Entonces hice un experimento: empalmé dos y en medio le puse queso crema y al más chico, también le puse queso crema como un bollo.  Salió bueno el resultado Desternillado de risa Me gustó, y otro día los haré todos así.



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Este es para la cocinera, con un cafecito, después

de todo es la hora de la merienda Ligona




La publico hoy, y no el viernes porque alguien ya

me preguntó por los bísquetes Risa